Vi de Glass Riesling, un vino de hielo que muestra la esencia pura de la Riesling
Un vino dulce creado a partir de frío extremo y precisión
Vi de Glass Riesling es un vino de hielo que capta la atención de quienes buscan dulzor natural, acidez viva y una textura concentrada. En Licorea conocemos bien esta técnica y sabemos que muchos amantes de los vinos dulces sienten curiosidad por este estilo. Aquí, el frío actúa como un filtro natural y deja solo el mosto más intenso. Con la variedad Riesling, ese método encaja especialmente bien, ya que la uva conserva su frescura incluso en condiciones de congelación. El resultado es un vino dulce con carácter propio, perfil claro y un equilibrio que lo hace atractivo desde el primer sorbo.
La variedad Riesling como base de un vino dulce con identidad
La Riesling es una uva reconocida por su acidez firme y sus aromas limpios. Estas dos cualidades son claves para un vino de hielo. En Vi de Glass Riesling se trabaja con uva seleccionada, buscando fruta sana y piel resistente. La variedad responde muy bien al frío. Mantiene su estructura y conserva su carácter incluso tras perder parte del agua. Esta capacidad permite que el mosto final tenga más concentración, densidad y una gama aromática bien marcada.
Un proceso que combina congelación, paciencia y control
El método del vino de hielo consiste en congelar las uvas y prensarlas mientras aún están duras. Solo fluye el mosto más espeso, cargado de azúcar y extracto natural. La fermentación posterior se cuida al detalle. Las temperaturas se mantienen estables para evitar pérdidas de aroma y para preservar la acidez. Con Vi de Glass Riesling se busca que la dulzura conviva con esa frescura tan típica de la variedad. El grado final de azúcar residual se decide con cuidado para lograr equilibrio. Nada se fuerza. Todo sigue el ritmo que marca el mosto.
Una textura densa que mantiene viveza gracias a la acidez
Vi de Glass Riesling presenta una textura suave, casi cremosa, típica de los vinos de hielo elaborados con rigor. La acidez natural de la Riesling ayuda a que ese dulzor no resulte pesado. Esa combinación suele atraer tanto a quienes ya conocen estos vinos como a quienes buscan una primera experiencia dentro de esta categoría. Este estilo muestra densidad, brillo y un perfil aromático claro, fruto del método de congelación y de la naturaleza de la uva.
Un proyecto que respeta la tradición de los vinos de hielo
Este vino forma parte de un proyecto que busca explorar métodos tradicionales en regiones donde la técnica no es habitual. La idea central es trabajar con el frío como herramienta natural para concentrar el mosto. No se acelera el proceso ni se aplican atajos. Se deja que el vino avance a su ritmo. En Licorea valoramos este tipo de elaboraciones porque recuperan un estilo artesanal. Vi de Glass Riesling sigue esta línea y ofrece una interpretación clara del concepto de vino de hielo a través de la Riesling.
Maridajes y momentos ideales para disfrutar Vi de Glass Riesling
Este vino dulce encaja bien en finales de comida, reuniones tranquilas o como copa especial en celebraciones. Se lleva bien con postres cítricos, fruta fresca, quesos de sabor marcado o foie. También acompaña platos que juegan con contrastes entre dulce y salado. Su textura invita a beberlo poco a poco, apreciando la mezcla entre densidad y frescura. Muchos de nuestros clientes lo eligen como detalle para regalos, ya que un vino de hielo suele transmitir dedicación y cuidado.
Por qué destaca en nuestra categoría de vinos de hielo
En Licorea contamos con diferentes estilos de vinos dulces, pero Vi de Glass Riesling destaca en la categoría de vinos de hielo por su equilibrio entre dulzor y acidez. La Riesling aporta una base sólida para este tipo de elaboraciones y el método de congelación realza cada matiz. Este vino puede atraer tanto a quienes ya disfrutan de la variedad como a quienes buscan un vino dulce con personalidad clara. El contraste entre textura densa y frescura lo hace especial.
Un vino que enseña la parte más dulce de la Riesling
Vi de Glass Riesling muestra cómo la uva puede transformarse en un concentrado natural cuando se trabaja con frío y con paciencia. En Licorea creemos que es una opción ideal para quienes desean un vino dulce con una línea fina entre intensidad y equilibrio. Su elaboración, su carácter y su perfil aromático lo convierten en una referencia dentro de nuestra selección de vinos de hielo. Es una botella que invita a descubrir el lado más delicado y dulce de la Riesling.
