Un Misterio arqueológico, 13 calaveras de cristal, fueron encontradas en diferentes regiones del mundo, desde Suroeste de América hasta el Tibet. Fueron datadas con una antigüedad de entre 5,000 y 35,000 años, y se suponen que fueron esculpidas de una sólida y única pieza de cuarzo. De acuerdo con los ingerieros de Hewlett Packard, la tecnología actual no nos permite saber como fueron elaboradas.
Las cabezas se piensan que ofrecían poder espiritual y lucidez a aquellos que las poseían, y al contrario de lo que puede pensarse, no eran símbolos de muerte, sino de vida.
Dan Aykroyd, conocido actor, músico, interpretador y espiritualista, junto con el veterano artista John Alexander han creado Crystal Head por su afición a la leyenda de las 13 calaveras, una inspiración convertida en realidad.
Aykroyd y Alexander querían la oportunidad de acercarse al mito de las 14 calaveras de cristal. Después de más de dos años de desarrollo, su momento finalmente llegó. Cuando su molde de cristal estuvo terminado, el fabricante de Milán Bruni Glass declaró que la botella era de una calidad y complejidad incomparable. Después la bebida elegida para ir dentro de la calavera fue el Vodka. Y con ella el compromiso de hacer algo diferente e inteligente.
Para producir un vodka realmente único, viajaron a lugares con aguas primaverales y tierras sin explotar. Así encontraron Newfoundland, en Canadá, donde la belleza natural y la inigualable pureza se encuentran en el corazón de una cultura rica en tradiciones y leyendas.
Un proceso de cuádruple-destilación convierte a Crystal Head tan puro como un vodka puede ser, pero la búsqueda de la pureza mística continúa. Como paso final, el líquido se filtra tras cristales de hace 500-millones de años, conocidos como Diamantes Herkimer. Estos cristales de cuarzo se encuentran en muy pocos sitios del mundo, incluyendo Herkimer, Nueva York y regiones en el Tibet y Afganistan. Quizá porque contiene el mismo tipo de material con el que se elaboraron las calaveras originales, estas tengan similares cualidades espirituales.
El resultado es un vodka perfecto, sin ningún tipo de aditivos. Sin Glycol (un ingrediente anticongelante), sin aceites cítricos (usado en su forma original como un eliminador de insectos), y sin azúcar. Nada se ha necesitado, porque es abundantemente claro que el fino vodka producido tiene una suavidad y aromas naturales. Al final, lo único necesario ha sido cristal y su propio alcohol puro.
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