Conocimiento de un arte heredado por tradición familiar que se refleja en un especial amor al vino.
En 1915, en el tradicional barrio de las bodegas de Alberite, La Rioja, Pedro Vivanco González comenzó a elaborar los vinos fruto del cultivo de sus propios viñedos. Su hijo Santiago Vivanco y su esposa, Felisa Paracuellos, continuaron con el negocio familiar trasladándose a Logroño y ampliando la venta de sus vinos a provincias limítrofes. A finales de los años 60, Pedro Vivanco Paracuellos, tras su formación enológica y siendo gran conocedor de las diferentes zonas de La Rioja, de sus suelos y viñas, se pone al frente del negocio familiar e impulsa intensamente nuevas plantaciones de viñedos y la comercialización de sus vinos, tanto nacional como internacionalmente.
La esmerada selección de uvas de cada viñedo, el control de su fermentación individualizada y una larga maceración, aplicando la más moderna tecnología enológica, suponen el conocimiento de un arte heredado por tradición familiar que se refleja en un especial amor al vino.
En la penumbra de la bodega, en tinos y barricas de roble francés y americano, descansa solamente el vino de las mejores añadas, adquiriendo los matices de la madera y resaltando los que le son propios al vino. Alcanzado su mejor momento, se embotella y permanece en durmientes hasta su óptimo afinamiento y redondeo.
El resultado es un vino con auténtica expresión del carácter de los diferentes pagos, cualidad ésta que lo hace inimitablemente personal, complejo y elegante en sensaciones.
El espíritu vitivinícola y pionero de la familia se ve reflejado, además de en sus vinos, en la experimentación e investigación sobre diferentes métodos de cultivo y de elaboración, en la utilización de variedades minoritarias o en la crianza en roble de diversas procedencias.
Consecuente con su vocación de investigación y divulgación de la cultura del vino, Rafael Vivanco presenta sus nuevos vinos DINASTÍA VIVANCO RESERVA 1998 y DINASTÍA VIVANCO CRIANZA 2002, en una botella de diseño propio, basada en un modelo original del Siglo XVIII, perteneciente a las colecciones visitables del Museo de la Cultura del Vino.
El diseño ha sido registrado y patentado como modelo industrial y se caracteriza por un cuerpo de botella de media altura, ligeramente tronco-cónico, con un cuello largo y fino que termina en un gollete sobresaliente que refuerza la boca y hace a la vez de recoge-gotas.
La etiqueta y la contraetiqueta son de papel especial autoadhesivo, en el que se ha volcado no sólo la estética del diseño y la representación de los símbolos más emblemáticos de la bodega, si no que, además, se ha pretendido informar al consumidor de todos los atributos que acompañan a este vino: arte de elaborar, disfrute de los sentidos y cultura de vino. Se ha aplicado el sistema braille en el etiquetado con objeto de facilitar su acceso a los invidentes.
Vivanco Crianza
Selección de viñedos propios del terruño de Briones, Rioja Alta, con una media de edad de entre 15 y 20 años, cultivados en suelos de marcado perfil arcillo-ferroso.
VENDIMIA
Manual. Todas las uvas permanecen en cámara de frío durante 36 horas antes de su procesamiento en mesa de selección. La vendimia comenzó a principios de octubre.
ELABORACIÓN
Tras un suave estrujado, el mosto se encuba por gravedad en pequeños tinos de roble francés donde fermenta y macera en contacto con los hollejos a una temperatura máxima controlada de 28 °C, recibiendo ligeros remontados durante 20 días.
LA BOTELLA
Nuestra botella está inspirada en una original del s. XVIII visitable en el Museo Vivanco de la Cultura del Vino.
SERVICIO Y MARIDAJE
Servir a una temperatura de entre 16 y 18 °C. Perfecto para acompañar todo tipo de platos de cocina mediterránea, arroces, legumbres, pastas y todo tipo de carnes blancas y rojas.
RIO2020 RBAMFR UV001 RV003 C0RJ C2BL QSSS GUISS ARPT