Carme procede de una bodega de origen familiar. Está situada en Valbuena de Duero perteneciendo a la denominación Ribera del Duero.
Vitivinícola de Valbuena es una bodega familiar regentada por tres hermanos, Mª del Carmen, Rigoberto y Luisa María Nieto Ruiz que, unidos por el amor al vino, han sacado adelante esta sociedad. De elaborar vino para consumo propio esta experimentada bodega ha pasado a producir un tinto fino, el ‘Carme’, que traspasa fronteras.
Sin pretensiones de crear una ‘macro bodega’, el principal objetivo de la familia es «recuperar el típico vino de la Ribera que se veía hace unos años», según explica Luisa María Nieto. La propietaria de la bodega argumenta que como mucho llegarán a elaborar en un futuro 150.000 litros. Actualmente, la bodega ha finalizado una «vendimia complicada», en palabras de estos expertos, debido a los bruscos cambios de temperatura. En cifras puntuales, se han recogido 40.000 kilos de uva, el doble que el año pasado. Una cantidad con la que se espera producir alrededor de 35.000 botellas con la variedad 100% tinto fino.
Para ello, Vitivinícola de Valbuena ha adecuado las antiguas dependencias de la vivienda familiar, situadas dentro del casco urbano, para una correcta elaboración del vino. En concreto, cuenta con tres depósitos de 10.000 litros; dos depósitos de 5.000 litros y tres depósitos de 1.000 litros, todos ellos de acero inoxidable.
Además, en el mismo local se han instalado la etiquetadora y embotelladora, sin descartar la posibilidad de ampliación.
Otra dependencia, que era un antiguo almacén para aperos agrícolas, ha servido como sala de crianza y allí se almacenan las 36 barricas de roble americano y francés que posee la bodega. Se ha colocado aislante térmico sobre la tarima y se ha reconstruido la solera revistiéndola con resina epoxi. Como sala de catas se ha restaurado el antiguo lagar, situado en las zonas de las bodegas del pueblo. La cubierta es de madera y detrás tiene una pequeña bodega subterránea.
UN VINO DIFERENTE
Una vez llega el vino a la bodega y después de un mínimo de seis meses en los depósitos, la intención es mantener el vino en las barricas el tiempo necesario para que actúe la madera, pero evitando que su acción pueda tapar los aromas de la uva. Durante todo el proceso de transformación se realiza un control exhaustivo de sus características físicas, químicas y organolépticas.
Como resultado final aparece ‘Carme’, un tinto fino 100% mono varietal que cuenta con dos variedades, el joven y el vendimia seleccionada. Su etiqueta ha sido diseñada por María Fernández. En la faceta visual destaca el color rojo picota, la capa alta y cubierta y ribetes de tonos morados, la lágrima lenta y ancha. «Es un vino de nariz intensa, con aromas a frutos secos junto a vainillas y tostados, envueltos en fruta roja madura», según agrega Luisa.
Un tinto equilibrado y sin complejos que ha encontrado un mercado potencial, además de en la provincia de Valladolid, en ciudades españolas como Santander, Sevilla y Madrid o en el extranjero como en Suecia
MARIDAJE
Vino de gran espectro porque admite maridajes con carnes, caza, pastas y pescados como rape con patatas al horno o caldereta de pescado y mariscos, combina perfectamente con guisos y recetas muy elaboradas.
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